martes, 27 de marzo de 2012

Contact contact contact 26/03/2012


Comenzamos la práctica de hoy en un círculo con todos cogidos de los hombros, nos ha gustado ese detalle ya que antes que nada somos un equipo y todos unidos podemos conseguir grandes cosas. Después de hacer “piña”, calentamos, como siempre, parte importante antes de empezar, nos descalzamos y entregados por completo a la actividad, hacemos varias cosas como jugar a pillar, a caballito, ahora cambiando de pareja, etc. Una vez reunidos de nuevo, en círculo, Jorge nos ha explicado la técnica del Contact Improvisation, y hoy vamos a tener una pequeña toma de contacto. Al principio nos hemos colocado uno de la pareja con los ojos cerrados y en cuadrupedia; el otro tenía que hacerle sentir el peso tumbándose encima, empujando un poco, notando al otro, en contacto. La siguiente variante nos ha gustado más, ya que nos hemos dividido las parejas en dos lados del aula, el objetivo principal era que ambas personas fueran de la forma que quisieran, a encontrarse a ciegas con la otra, y experimentar el contacto. Nos hemos ido animando poco a poco, mientras Jorge nos insistía que probáramos, después nos hemos quitado algún antifaz para ir cambiando las sensaciones. 

Luego, todos nos hemos tapado los ojos para hacer lo mismo pero todos juntos, cuando de repente: ¡antifaces fuera! Dije Jorge, para nuestra sorpresa en medio de la clase estaban cuatro compañeras, vestidas y muy metidas en el papel del baile del Madison y con la música de Dance with me de fondo han empezado a bailar. Ha sido muy bonito por su parte y sobre todo inesperado, está muy bien ver como la gente es capaz de prepararse y hacer cosas con gusto y ganas sin que sea lo mínimo que pide el profesor.

Una vez terminado, hemos vuelto a la actividad y todos con todos, a ciegas, a ver lo que pasaba, mientras Jorge nos grababa, nosotros probábamos de nuevo la técnica practicada anteriormente. Ha sido muy divertido la verdad, parecido a la sesión en que apagamos la luz, pero con mucho menos espacio. Nos hemos dejado llevar nuevamente y ha sido muy agradable, algo que me ha llamado la atención ha sido acabar debajo de mi compañera Raquel, que justamente la tenía al lado en el momento de salir, y hemos aparecido los dos en la otra punta, la última a la que esperaba ver al quitarme el antifaz. Creo que cada vez más nos vamos familiarizando con estas técnicas y con el contacto corporal, nos animamos a probar cosas, nuevas técnicas, ideas que se ocurren… ante todo experimentar y probar que es lo que tenemos que hacer en esta asignatura.

Un placer nuevamente esta sesión. La canción suena y suena repetidamente en nuestras cabecillas... bailas conmigo princesa?




Artustin.

sábado, 24 de marzo de 2012

Que bonito que se está, cuando se está bonito




Bonito grupo, bonita canción y bonito videoclip que nos puede servir para darnos alguna idea bonita en esta  asignatura.


                                                                                                                                        Artustin.

viernes, 9 de marzo de 2012

DÉJATE LLEVAR! 5/3/2012

Como las sesiones anteriores, esta también comenzó con un juego para animarnos y activar nuestros cuerpos, otra vez jugamos al “tula” pero esta vez con modificaciones a la hora de desplazarnos: correr de lado, de espaldas…

Más tarde nos dividimos en dos grandes grupos para realizar dos actividades competitivas en las que la compenetración entre compañeros y la coordinación eran muy importantes. En el primer juego nos sentamos en dos filas imitando dos canoas que debían remar, gritar, saludar, moverse y reaccionar a las indicaciones del maestro al mismo ritmo. Este juego fue muy divertido ya que nos permitía desahogarnos expresándonos libremente, gritando a más no poder y riéndonos de los movimientos realizados.

El segundo juego ya lo habíamos jugado en una sesión anterior, consistía en intentar coger a 5 personas del otro grupo y llevarlas a nuestra base (colchoneta) sin que el otro grupo nos coja y nos lleve a su base. Este juego fue un poco violento con agarrones y cargas un poco bruscas, creó incluso un poco de mal rollo entre los grupos, pero cuando acabó la actividad todo este mal ambiente se fue con ella.

A continuación volvimos a utilizar los antifaces para realizar una actividad parecida a la de la sesión anterior, esta vez con una consigna nueva, además de movernos sin poder ver ayudados por nuestros compañeros y con cambios constantes de parejas, esta vez también debíamos empezar a movernos con más rapidez, incluso si el compañero que no podía ver lo permitía podíamos llegar a correr. Esto hizo que la actividad fuera más enriquecedora ya que a medida que ibas perdiendo el miedo a correr con los ojos cerrados empezabas a sentir la esencia de la actividad, bajo nuestro punto de vista la actividad nos ayudó a ganar aún más confianza con los compañeros, con el uso del antifaz y sobre todo ayudó en muchas ocasiones a perder el miedo a realizar tareas más complejas con los ojos cerrados. También hay que decir que a muchos compañeros aún se les podía ver un poco tensos e incómodos a la hora de desplazarse y correr con los ojos tapados.

Para finalizar esta sesión aún dio tiempo a elaborar un vídeo en un espacio escénico creado en clase a partir de dos pizarras y dos colchonetas, en el vídeo debíamos realizar pareja tras pareja las actuaciones que habíamos preparado a partir de los pretextos dados por el profesor (simultaneidad y bajar al suelo). Las actuaciones salieron muy coordinadas a excepción de algún fallo técnico a la hora de entrar en escena o en alguna actuación. El vídeo lo vamos a ver en alguna sesión posterior en clase, es cuándo podremos vernos actuando y valorar nuestro trabajo para mejorarlo.

Arturo y Agustí

lunes, 5 de marzo de 2012

Primera clase con antifaz 27/02/2012

Un día más volvemos al gimnasio y para calentar hacemos ejercicios de pillar a los compañeros con diferentes variantes. Hemos empezado a calentar por parejas con ejercicios en los cuales debíamos empujar al contrario de diferentes formas (cogiendo del brazo, empujando con el hombro, con la espalda…) para conseguir atravesar la línea marcada en medio. El siguiente juego me gustó mucho, ya que debíamos trabajar en equipo, ponernos de acuerdo y hacer alguna estrategia con el fin de que, después de dividir la clase en dos grupos, se debían coger al menos 7 integrantes del otro equipo y traerlos a nuestro terreno, esto sin dejar que los del otro equipo te engancharan.

En la parte principal de la sesión nos centramos en ejercicios donde el antifaz era el protagonista, y donde todos los sentidos menos la vista, tomaban un papel más importante. En la primera dinámica un miembro de la pareja se ponía un antifaz, y el otro lo llevaba por el gimnasio, así cuando querías se lo podías pasar a otro y intercambiar las parejas, sin ninguna limitación pudiendo llevarle como quieras. Este juego provocó en nosotros diversas sensaciones, si simplemente dejabas que te llevaran o si no conseguías estar relajado del todo, podías sentir sensaciones muy diferentes. En nuestro caso conseguimos confiar completamente y aunque al principio tenias algo de inseguridad, más tarde en cuanto notabas que habías cambiado un par de veces de pareja nos dejamos llevar e ibas notando como se agudizaban los sentidos restantes, el olfato, el tacto y el oído.

En siguiente juego la única consigna era dejar un objeto que quisiéramos en el suelo, para después dejar que el cuerpo nos lleve alrededor de ellos como las coreografías de David Zambrano. Fue muy divertido, aunque agacharse y levantarse tantas veces hacia que las piernas se estremecieran. Fue interesante también observar después a los demás compañeros hacerlo, ver como se movían, etc. ya que lo hicimos en dos grupos diferentes.

Finalmente, el último juego de Jorge fue para nosotros el más sorprendente, ya que trataba de ponernos todos el antifaz, tumbarnos en el suelo, y movernos al ritmo de Wim Mertens y su piano, esto con las luces del gimnasio apagadas. Las sensaciones fueron sorprendentes, podias moverte o quedarte quieto, contactar con tus compañeros mediante rozamientos y caricias o simplemente concentrarte en ti mismo y la música. Nos dejamos llevar y conseguimos un punto de conexión con ese piano. Al acabar el ejercicio comentamos en grupo las sensaciones de todos los compañeros y para todos fue una experiencia muy bonita.










Arturo y Agustí